SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA: La coenzima Q10 disminuye la mortalidad por cualquier causa a la mitad


fatigaCronicaLos beneficios de la coencima Q10, se conocen desde hace años por los enfermos de Síndrome de Fatiga Crónica.

Sin embargo los médicos alopáticos desconocen en que consisten sus beneficios.

En la actualidad esta noticia sale por primera vez en una agencia de prestigio que supone dar a ésta la difusión que merece.

A pesar que en ella no aparece que la coencima Q10 tiene altos beneficios  por la protección que hace como antioxidante que influye en las mitocondrias, núcleo de las células a las que protege altamente, ya nuestra web, se ha hecho eco en repetidas ocasiones sobre ello.

La coenzima Q10 disminuye la mortalidad por cualquier causa a la mitad, según los resultados de un ensayo aleatorio doble ciego multicéntrico presentado este domingo en el Congreso de 2013 sobre insuficiencia cardiaca 2013, que se celebra hasta el martes en Lisboa (Portugal). Así, se trata del primer fármaco que mejora la mortalidad por insuficiencia cardíaca en más de una década y se debe añadir al tratamiento estándar, tal y como resaltó el autor principal del estudio, el profesor Svend Aage Mortensen, de Copenhague, Dinamarca.

La coenzima Q10 (CoQ10) se produce naturalmente en el cuerpo y es esencial para la supervivencia, ya que funciona como un transportador de electrones en la mitocondria, la central eléctrica de las células, para producir energía, además de ser también un poderoso antioxidante. De hecho, es el único antioxidante que los seres humanos sintetizan en el cuerpo.

Los niveles de CoQ10 disminuyen en el músculo cardiaco de los pacientes con insuficiencia cardiaca, con la carencia cada vez más pronunciada a medida que empeora la gravedad de la enfermedad. Las estatinas se usan para tratar a muchos pacientes con insuficiencia cardiaca porque bloquean la síntesis del colesterol, pero estos medicamentos también bloquean la síntesis de CoQ10, lo que disminuye aún más los niveles en el cuerpo.

Ensayos controlados doble ciego han demostrado que CoQ10 mejora los síntomas, la capacidad funcional y la calidad de vida en pacientes con insuficiencia cardiaca sin efectos secundarios. Pero hasta ahora, ningún ensayo ha sido estadísticamente impulsado para hacer frente a los efectos sobre la supervivencia.

El estudio Q-SYMBIO asignó al azar a 420 pacientes con insuficiencia cardiaca grave para CoQ10 o placebo y se les siguió durante dos años y el criterio de valoración principal fue el tiempo hasta el primer evento cardiovascular adverso grave (MACE), que incluye la hospitalización imprevista debido al empeoramiento de la insuficiencia cardiaca, muerte cardiovascular, trasplante cardiaco urgente y apoyo circulatorio mecánico. Los centros participantes eran de Dinamarca, Suecia, Austria, Eslovaquia, Polonia, Hungría, India, Malasia y Australia.

CoQ10 redujo a la mitad el riesgo de enfermedad cerebrovascular (ECV), además de disminuir a la mitad las probabilidades de morir por todas las causas, que se produjeron en 18 pacientes (9 por ciento) en el grupo de CoQ10 en comparación con 36 enfermos (17 por ciento) en el grupo placebo. Los individuos tratados con CoQ10 tuvieron una mortalidad cardiovascular significativamente menor y menor incidencia de hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca, además de que hubo menos eventos adversos en el grupo de CoQ10 en comparación con el de placebo.

El profesor Mortensen resalta: «CoQ10 es el primer medicamento para mejorar la supervivencia en la insuficiencia cardiaca crónica desde los inhibidores ACE y los bloqueadores beta hace más de una década y se debe agregar a la terapia estándar de la insuficiencia cardiaca».

EN CARNE ROJA, PLANTAS Y PESCADOS

Y agregó: «Otros medicamentos con insuficiencia cardiaca bloquean en lugar de mejorar los procesos celulares y pueden tener efectos secundarios, frente a la suplementación con coenzima Q10, que es una sustancia natural y segura que corrige una deficiencia en el cuerpo y bloquea el ciclo vicioso metabólico en la insuficiencia cardiaca crónica llamado corazón hambriento de energía».

CoQ10 está presente en los alimentos, incluyendo la carne roja, las plantas y los peces, pero los niveles no son suficientes para tener un impacto en la insuficiencia cardiaca. CoQ10 también se vende sin receta médica como un suplemento alimenticio, pero el profesor Mortensen advierte: «Los complementos alimenticios pueden influir en el efecto de otros medicamentos como los anticoagulantes y los pacientes deben consultar con su médico antes de tomarlos».

Los pacientes con cardiopatía isquémica que usan estatinas también podrían beneficiarse de la suplementación con, según el profesor Mortensen. «No tenemos ensayos controlados que demuestren que la terapia con estatinas más CoQ10 mejora la mortalidad más que las estatinas solas, pero las estatinas reducen CoQ10», concluye.

http://www.europapress.es/  http://www.plataformafibromialgia.org

Investigadores españoles descubren que la coenzima Q10 es beneficiosa para tratar la fibromialgia


q10-sombra-y-pincelMiembros de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla han descubierto que el gen AMPK podría ser responsable de la inflamación, de los bajos niveles de antioxidantes y de la baja producción de las mitocondrias, por lo que podría estar involucrado en la fisiopatología de la fibromialgia.

En concreto, los autores, cuya investigación ha sido publicada en la revista ‘Antioxidants & Redox Signaling’ y recogida por la plataforma Sinc, han comprobado que la coenzima Q10 estimula dicho gen de forma beneficiosa y no tiene efectos secundarios.

«En estudios anteriores realizados sin control con placebo habíamos observado que en pacientes con fibromialgia el tratamiento con CoQ10 era beneficioso en los síntomas. En esta ocasión hemos diseñado un pequeño ensayo clínico controlado con placebo para saber si realmente el efecto del CoQ10 era real o placebo», ha comentado el autor principal y coordinador del trabajo, Mario Cordero.

Para llevar a cabo la investigación, el grupo de expertos ha analizado la expresión de genes y de proteínas de 20 pacientes (diez con CoQ10 y diez con placebo), a los que se les ha tratado durante 40 días, con el objetivo de comprobar si había efectos adversos en el tratamiento con CoQ10 y si, además, se producía una mejora clínica en los pacientes que no fuese debido al efecto placebo.

«Efectivamente, no ha habido efectos adversos y los pacientes tratados con placebo no han notado mejoría. Sin embargo, los de CoQ10 han mejorado en los síntomas, en concreto, dolor, fatiga, puntos dolorosos y rigidez», ha recalcado Cordero.

Asimismo, el grupo ha explorado un conjunto de genes con sospecha de que estaban mal porque presentaban altos niveles de inflamación, baja síntesis de antioxidantes y baja producción de mitocondrias. Todo esto, según han explicado, acompañado de una baja expresión del gen AMPK, regulador maestro del metabolismo, y responsable de la respuesta de ciertos estímulos de estrés.

«Nunca antes se había relacionado la fibromialgia con este gen, que regula muchas de las alteraciones relacionadas: la inflamación, el estrés oxidativo, la masa mitocondrial, la obesidad, el colesterol y la respuesta al estrés entre otras. Al estar baja la expresión de AMPK, está mandando poca información a los otros genes para que sinteticen más antioxidantes, fabriquen nuevas mitocondrias y controlen la inflamación. Por tanto puede predisponer a una baja respuesta al estrés», ha apuntado el investigador.

No obstante, la CoQ10 mejora la expresión de AMPK y baja la inflamación. «La CoQ10 mejora los síntomas clínicos probablemente mediante la expresión de genes que regulan ciertos parámetros que estaban mal en la fibromialgia», ha zanjado.

http://www.europapress.es/Estudio publicado en la revista ‘Antioxidants & Redox Signaling’

Coenzima Q10, ¿la posible chispa de energía para la Fibromialgia?


Se ha demostrado que los pacientes de fibromialgia tienen un déficit de sustancias antioxidantes. Un estrés oxidativo produce dolor, cansancio y envejecimiento prematuro de las células.

¿Qué es la coenzima Q10?

La coenzima Q10 o ubiquinona es más bien una familia de moléculas, que tiene como principal función fabricar energía y actua como anti-oxidante, protegiendo a las células.

Es decir, produce reacciones enzimáticas en el cuerpo y hace que nuestro cuerpo trabaje de una manera más eficaz. Es la chispa de la energía para nuestro cuerpo.

Es producida prácticamente en todos los organismos con metabolismo respiratorio. Es decir, si algo respira, es muy posible que produzca Q10.

No es algo descubierto recientemente, fue identificada por primera vez en 1957 por Fred L. Crane.

¿Cómo funciona?

La coenzima Q10, realiza lo que se conoce como reacción redox, es decir, reducción-oxidación, una reacción química de electrones.

Las mitocondrias son como el motór del músculo, el carburador. Obtienen energía de materias primas (gasolina), y necesitan un mecanismo de transformación para ello, con el consecuente producto de desecho (humo) generado.

Para generar energía, la mitocondría produce el ATP (adenosin trifosfato), una molécula en las células del cuerpo que funciona como una batería recargable. Es la molécula de energía básica de las células.

En el proceso, la coenzima Q10 adquiere dos formas con funciones específicas:

  • ubiquinona: es un aceptor  de electrones
  • ubiquinol: es la forma reducida de la ubiquinona, pero al contrario que esta, es un donante de electrones. Por lo que neutralizar la acción dañina de los radicales libres (unas moléculas inestables).

El problema con la ubiquinona es que no es tan potente y efectivo como antioxidante comparado con el ubiquinol. Se necesita una alta concentración de ubiquinona para observar una acción antioxidante similar a la que produce el ubiquinol.

En la sangre humana sana, más del 90% de la coenzima Q10 está en forma de ubiquinol (esta presente mayormente en todo el cuerpo, pero especialmente en el corazón, hígado, riñones, y páncreas) y se obtiene principalmente de carnes y mariscos.

Los suplementos de ubiquinona incrementan las concentraciones de ubiquinol (según algunos estudios, entre el 80-85%), si bien este aumento sería mayor (96-98,5%) si la ingesta directa fuera de la forma más antioxidante.

Pero el ubiquinol, aunque es más biodisponible, es menos estable.

Efectividad

En la actualidad, los suplementos comerciales de coenzima Q10 no especifican en la etiqueta qué compuesto concreto contienen, aunque es probable que sea ubiquinona ya que se mantiene estable más tiempo en la cápsula.

Además, se ha comprobado que el ubiquinol es capaz de regenerar el alfa-tocoferol (la forma antioxidante de la vitamina E), aspecto que duplica su acción antioxidante.

Pero cuidado, los efectos beneficiosos de la coenzima Q10 no aparecen de inmediato, pueden tener en algunas personas mejoría en dos semanas y otras tardar meses.

Sólo los resultados son más evidentes cuanto mayor sea nuestro déficit de este nutriente.

Los niveles más altos de coenzima Q-10 se observan en los primeros 20 años de vida. A los 80 años, los niveles de coenzima Q-10 pueden ser menores que los que eran al nacer.

No sólo el tiempo agota la coenzima Q-10 almacenada en el cuerpo. El fumar también lo hace, al igual que las situaciones de estrés.

Fiablilidad

Existen muchas dudas sobre el éxito de la Coenzima Q10 ya que algunos resultados encontrados in vitro o en animales no pueden ser extrapolados a humanos y porque algunos productos farmacéuticos o cosméticos demuestran ser poco o nada efectivos.

De experimentos hechos en ratones, el último ratón sobreviviente, vivió hasta 150 semanas (el equivalente a 140 años si fuera un ser humano).

La idea funciona bien con las bacterias pero no del todo bien con las ratas de laboratorio. Se necesita investigar más para demostrar un efecto real en personas

Tratamiento nutricional de la fibromialgia, fatiga crónica y dolores osteomuscular (II)


 Deficiencia de nutrientes implicados en fibromialgia, fatiga crónica y dolores osteomusculares crónicos

Vitamina D

Las últimas investigaciones nos indican un déficit muy importante de vitamina D en la población mundial. En España entre el 20% y el 41% de personas de 20 a 39 años y del 60% al 83% de personas de 40 a 64 años, presentarían déficit de vitamina D. Por encima de los 65 años, este déficit afecta entre el 68% y el 88% de la población si vive en el domicilio, y al 100% si vive en una residencia.

El 93% de los sujetos con dolores osteomusculares crónicos podrían tener deficiencia de vitamina D. (Ver vitamina D).

 Vitaminas B

La ingesta media de vitaminas del grupo B es parecida o está por debajo de la CDR o de la RDA, por lo que pueden padecer fácilmente deficiencia las personas en las que disminuye la absorción o aumentan las necesidades. Alrededor del 10% de la población ingiere menos de la mitad de la CDR de la mayoría de vitaminas del grupo B. La deficiencia de una vitamina del grupo B se asocia, a menudo, con la carencia de otras y estas deficiencias, en general son comunes en personas de edad avanzada. Además, si se administran diuréticos (furosemida) puede acentuarse la deficiencia de tiamina.

La mayoría de adultos no consumen unas cantidades adecuadas de folatos y muchos fármacos de uso común inhiben su absorción. Además, un alto porcentaje de la población (40-60%) tienen polimorfismos genéticos (polimorfismos MTHFR) que impiden la conversión de ácido fólico a L-metilfolato que es la forma activa que reduce la homocisteína (los niveles elevados de homocisteína se asocian frecuentemente a la presencia de polimorfismos en MTHFR). Estas personas podrían necesitar más folatos de los alimentos o L-metilfolato, pero no ácido fólico, ya que no será activo y podría acumularse, con consecuencias negativas para la salud. Además, los antiinflamatorios administrados (AINEs) pueden acentuar la deficiencia de folatos.     

La deficiencia de vitamina B12 afecta del 10% al 15% de los mayores de 60 años.

Un tercio de los adultos podrían no obtener las cantidades recomendadas de vitamina B6, y algunos autores consideran que el 80% de la población podría no recibir la cantidad de B6 que su organismo necesita. Además, si se administran diuréticos (furosemida) puede acentuarse la deficiencia de B1 y B6. (Ver vit del grupo B).

Magnesio

El 61% de la población americana no alcanza los niveles de RDA del magnesio. Las personas mayores presentan menores ingestas, menor absorción y mayor excreción renal, siendo los principales candidatos a las deficiencias de magnesio. Además, si se administran  diuréticos (furosemida, tiazidas) puede acentuarse la deficiencia de magnesio. (Ver magnesio).

 Zinc

De un cuarto a un tercio de la población mundial está en riesgo de una deficiencia de zinc, y este dato depende del país, oscilando del 4 al 73% de la población. La deficiencia de zinc es el quinto factor clave de enfermedad en el mundo desarrollado. Además, si se administran fármacos para la hipertensión o diuréticos (IECA, ARA II, tiazidas y furosemida) puede acentuarse la deficiencia de zinc. (Ver zinc).

 Hierro

La ferritina baja (deficiencia de hierro) es frecuente, siendo la ferritina sérica <50 ng/ml muy común, principalmente en mujeres. Esta deficiencia se asocia a menudo a deficiencias de vitamina A, vitaminas del grupo B, zinc y cobre. Además, los antiinflamatorios (AINEs), los antiácidos, el omeprazol y los antibióticos pueden acentuar una deficiencia de hierro. Además, los fármacos que afectan a las vitaminas A, B6 y B12, la riboflavina, los folatos y el cobre como son: anticonceptivos orales, AINE, antiácidos, omeprazol, metformina, furosemida y tiazidas, pueden contribuir a empeorar la evolución. (Ver hierro)

 Coenzima Q10

La síntesis endógena es la fuente predominante, pero va disminuyendo a partir de los 20 años, reduciéndose un 65% a los 80 años. Para la síntesis se requiere: riboflavina, niacina, vitamina B6, folatos, vitamina B12, ácido pantoténico y vitamina C, además de muchos minerales. Una adecuada nutrición de vitamina B6 es esencial para la biosíntesis de la coenzima Q10. La participación de tantos nutrientes que dependen de los aportes externos hace que este proceso sea muy vulnerable. Con la alimentación actual, sobre todo si no es muy abundante en carne y pescado, es difícil obtener las cantidades necesarias, considerándose que la ingesta de coenzima Q10 es subóptima. Los niveles de CoQ10 se encuentran disminuidos en patologías crónicas con estrés oxidativo. Además, si se administran estatinas, betabloqueantes, hidroclorotiacida o antidepresivos tricíclicos (amitriptilina) puede acentuarse la deficiencia de CoQ10. (Ver Coenzima Q10).

 Carnitina

Los niveles de carnitina en los tejidos disminuyen con la edad, existiendo una reducción drástica en las personas mayores. Para la biosíntesis endógena de carnitina se precisa de lisina, metionina, hierro, vitamina C, vitamina B6 y niacina en forma de nicotinamida adenina dinucleótido (NAD). Cuando existe déficit de vitamina C y/o de metionina se produce déficit de síntesis de carnitina. La metionina es el aminoácido esencial que se encuentra en menor cantidad en los alimentos, pudiendo ser frecuente su deficiencia en patologías crónicas con estrés oxidativo. (Ver carnitina).

Fármacos que afectan a nutrientes implicados en fibromialgia, fatiga crónica y dolores osteomusculares crónicos

Vitamina D. Orlistat, laxantes, antagonistas H2 (cimetidina, ranitidina…), colesteramina y corticoides, pueden acentuar una deficiencia marginal de vitamina D.

 Tiamina (B1). Digoxina y furosemida pueden acentuar una deficiencia marginal de tiamina.

 Vitamina B6. Anticonceptivos orales,furosemida, reemplazo hormonal y broncodilatadores, pueden acentuar una deficiencia marginal de B6.

 Folatos (B9). La deficiencia de folatos puede acentuarse con la administración de fármacos con actividad antifolato como: metrotexato, trimetroprim, triamterene (diurético) y sulfasalazina (para colititis ulcerosa). Además, muchos fármacos de uso común pueden acentuar una deficiencia marginal de folatos: omeprazol, antiácidos, antagonistas H2 (ranitidina…), antiinflamatorios AINE (incluidos salicilatos), metformina, anticonceptivos orales, furosemida, tiazidas…

 Vitamina B12. Complementos de ácido fólico, anticonceptivos orales, antiácidos, antagonistas H2 (ranitidina…), omeprazol, metformina, alopurinol y colchicina, pueden acentuar una deficiencia marginal de B12.

 Calcio. Laxantes, salicilatos, omeprazol, furosemida, digoxina y corticosteroides, pueden acentuar una deficiencia marginal de calcio.

 Magnesio. Furosemida, tiazidas, digoxina, reemplazo hormonal, broncodilatadores, colchicina y omeprazol (IBP), pueden acentuar una deficiencia marginal de magnesio.

 Zinc. Suplementos de calcio, suplementos de ácido fólico, reemplazo hormonal, anticonceptivos orales, IECA, ARAII, tiazidas, furosemida y corticoides, puedenacentuar una deficiencia marginal de zinc.

 Coenzima Q10. Estatinas (lovastatina, simvastatina, pravastatina…), betabloqueantes, antidiabéticos orales (derivados de las sulfonilureas: glimepirida, gliclazida, glibenclamida, tolazamida, clorpropamida…), hidroclorotiazidas, antidepresivos tricíclicos (amitriptilina), fenotiazidas, metildopa, clonidina e hidralazina pueden acentuar una deficiencia marginal de CoQ10.

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