Algunos de los síntomas más destacados cuando se tiene fibromialgia es la ansiedad, decaimiento, irritabilidad, actitudes obsesivas entre otras. Esto es un síntoma recurrente en los pacientes con esta enfermedad pues justamente la serotonina, neurotransmisor capaz de regular el estado de ánimo en las personas, es el que se ve disminuido frente a la constante producción de adrenalina- de las sustancias que más se producen con fibromialgia-.
En condiciones normales, cuando la serotonina está baja suceden muchos cambios en nuestro interior y que se ven reflejados en el estado de ánimo, desempeño sexual, falta de sueño, falta de apetito y el rendimiento en general se ve deteriorado.
En casos muy serios, se pueden caer en episodios depresivos constantes. Es por ello que las personas con fibromialgia deben ayudarse con medicamentos para aumentar su nivel de serotonina; ya de por sí mermada de forma crónica por la enfermedad.
El cerebro juega un papel importante y no es capaz de generar respuestas positivas frente a situaciones del entorno cuando falta esta preciada hormona. Los signos son tan evidentes que se notan en la actitud de las y los pacientes con fibromialgia.
Algunos de estos signos son:
Actitud negativa.
Una persona con fibromialgia, no sólo tiene que lidiar con el dolor, también tiene que enfrentarse a la lucha interna para evitar reaccionar negativamente debido a condiciones químicas que están sucediendo en su cerebro. Tiene que estar más pendiente para utilizar todo su potencial interior para tratar de responder de forma positiva. Algunos medicamentos como la fluoxetina han sido utilizados en pacientes con fibromialgia para nivelar la serotonina, aunque también el ejercicio la produce de forma muy eficiente y recomendable. Es importante consultar al médico para que pueda diagnosticar y enviar el tratamiento adecuado.
Ansiedad.
Como es natural, si falta esta hormona pueden aparecer el miedo, la angustia y la sensación de impotencia que conducen a estados reactivos donde se pierde capacidad de respuesta asertiva. Cuando se pasa por una fase de ansiedad, la mente juega un papel muy importante pues “habla” al paciente durante todo el día de la insuficiencia, de la impotencia, de la fragilidad de la incompetencia que, de no pararla, puede convertirse en un combustible negativo que va deteriorando la autoestima. Es en este punto, durante las sesiones de Coaching Cognitivo, donde busco que la persona haga un alto y evite caer en un círculo vicioso a través de una serie de ejercicios que ayudan a disminuir la ansiedad y los pensamientos obsesivos.
Irritabilidad.
Evidentemente a falta de serotonina en el cerebro, los pensamientos y las reacciones dejan de ser naturalmente positivas. Esto poco a poco va haciendo que la persona no se sienta bien consigo misma. Sus pensamientos empiezan a ser más duros y exigentes. Se vive con sensación de insuficiencia y esto aumenta la incomodidad interior que es reflejada con actitudes irritables, poco tolerantes, agresivas o malhumoradas. Uno de los ejercicios que más recomiendo a mis Coachees cuando esto sucede, es primero: respirar. De forma pausada y a su ritmo hacer 4 respiraciones profundas, 4 retenciones de aire dentro de los pulmones, 4 exhalaciones, 4 retenciones y volvemos a empezar el ciclo con 4 respiraciones, 4 retenciones, etcétera; hasta completar un ciclo de 3 repeticiones. Esto ayudará a oxigenar los pulmones y el cerebro además de abrir los canales de energía a fin de buscar el generar pensamientos positivos y reconfortantes.
Decaimiento.
La fibromialgia, por ser una enfermedad compleja, afecta distintos aspectos de la vida de una persona, por tanto; al experimentar una baja producción de serotonina viene el decaimiento como una constante. Los signos de esto, se reflejan en el no querer salir de casa, evitar relacionarse con las personas, huir de las actividades al aire libre, apatía o desencanto por actividades que solían ser divertidas, entre otros signos más agudos como la tristeza. Una de las formas que ha ayudado a mis Coachees ha sido el ejercicio de escribir. Sí, escribir en una hoja lo que inquieta, lo que molesta, lo que asusta. Sabemos tú y yo que el dolor crónico es el factor más importante para sentirse decaído o apático es lógico sin embargo dominarlo a él y no él a nosotros es el reto. Escríbele a tu dolor como si se tratase de una persona. ¿Qué le dirías? ¿Lo insultarías? ¿Negociarías con él?¿Harías las paces? Una vez que hayas escrito esto, léelo cinco veces. Experimenta como al final de la quinta lectura, lo verás de distinta forma. Ahora rompe lo que escribiste. Con esto tu mente registrará que estás cerrando paso a pensamientos negativos y estás buscando una forma de salir de este estado de tristeza. Haz el ejercicio tantas veces lo creas necesarios cuando aparezca cualquier tipo de emoción negativa. En verdad es liberador.
Te he presentado algunas de los síntomas cuando se tiene serotonina baja. Esto no quiere decir que sean los únicos, existen varios y muy complejos pero eso será tema para otra ocasión. Por hoy deseo que sean estos los que analicemos para poder ir poco a poco entendiendo mejor nuestra enfermedad y nuestro cuerpo.
Espero que les haya sido de utilidad y si el post te gustó, agradeceré me envíes tus comentarios para ir respondiendo las dudas que se te presenten. Será para mí un honor tener contacto contigo. Mucha Luz para ti y feliz día.
María Isabel
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