TOLERANCIA AL ESTRES: Reflexión


estresssLa tolerancia al estrés, o mejor dicho, la baja tolerancia que tenemos algunas personas al estrés puede tener una gran influencia en el proceso de nuestra dolencia. Hace mucho tiempo que percibo que esta característica en mi personalidad me condiciona negativamente en muchos aspectos de mi vida y de mi enfermedad, hasta el punto que hoy día el alto nivel de ansiedad es una constante en mí vivir diario. Aunque está comprobado que muchas enfermedades suelen ir acompañadas de un componente psíquico añadido – y la nuestra es en efecto una de ellas- no es menos cierto que en muchas ocasiones nos molesta que nos consideren por ello enfermos mentales, en el sentido de que nuestros malestares pudieran ser un problema exclusivamente psíquico y es que, efectivamente, una cosas no tiene nada que ver con la otra. La angustia que acompaña a cualquier enfermedad crónica ayuda también a que los problemas psicológicos estén presentes en gran medida sin que implique que sea la causa de base, quizá por ello considero también imprescindible un continuado apoyo psicológico que contribuya a restablecer y mantener uno de los pilares más importantes dentro de la propia enfermedad.
El estrés nos provoca una presión que se traduce en una casi obligación a tener todo a nuestro alrededor en estado de hipervigilancia. Al menos, es lo que me sucede a mí, y aunque no digo que se haya convertido en absoluto en una obsesión, si es cierto que no me permite a veces sentirme totalmente en paz y tranquila, cuestión que para mí es sumamente importante a la hora de encontrar el equilibrio y mantenerme mejor o más estable.
Aunque no sé si la baja tolerancia al estrés es una necesaria característica de esta enfermedad nuestra, si me consta que somos muchos/as los que compartimos un alto nivel de exigencia y casi siempre dirigido a nosotros mismos, convirtiéndonos en personas perfeccionistas en exceso, lo que hace que seamos personas más vulnerables que otras a estados de tensión. Soy capaz de controlar el momento, pero una vez solucionado el conflicto que me ha provocado el estrés, el esfuerzo necesario pasa una alta factura, ya sea traducido en una nueva crisis en la enfermedad o dejándote aun más baja esa resistencia al estrés o a los estados de ansiedad, que para mí sería una misma cosa.
Esta condición hace que esa necesaria capacidad de reponerte después de atravesar una etapa de alto nivel de estrés, no sea posible. Un individuo sin este problema estará en condiciones de restablecer su estado sin que ello afecte a su vida posterior, pero en nuestro caso queda mermada esa capacidad dejando una aparente debilidad o predisposición a la hipersensibilidad en todos los sentidos, lo cual nos lleva a sentirnos excesivamente afectados por todo y como digo, esta circunstancia contribuye a que una enfermedad de fondo que ya tenemos se estanque o empeore sin permitir avanzar. Esto ocurre después de haber vivido períodos continuos de estrés que no han permitido en organismos predispuestos volver a su estado normal y aunque no creo que la baja tolerancia al estrés provoque nuestra enfermedad, sí contribuye a empeorar el estado físico y la enfermedad orgánica que padecemos.
Bueno, es sólo mi reflexión personal sobre el tema, como yo lo vivo.

FIBROMIALGIA: Tratamiento de los hongos Cándida


oreganoUn estudio del Servicio de Reumatología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid pone de manifiesto que los pacientes que sufren fibromialgia tratados con una dieta sin gluten «están mejorando de forma notable».

Lo que no dice la noticia es que, posiblemente, la mejoría de los pacientes es debida a que, cuando se elimina el gluten de la dieta, se produce una menor proliferación de los hongos cándida. Hongo que los pacientes de fibromialgia suelen tener en abundancia.

Para ver los inumerables síntomas que producen las cándidas y conocer su tratamiento, recomiendo leer con atención y aplicar a raja tabla los consejos de la siguiente entrada: Tratamiento de los hongos Cándida

Tratamiento de los hongos Cándida

La tarea habitual de los hongos Cándida en el cuerpo es eliminar restos de comida que se encuentran en nuestro sistema digestivo. Estos hongos están constantemente controlados por bacterias beneficiosas del intestino y por el sistema inmunológico, pero cuando se dan ciertas condiciones pueden proliferar sin ningún control y pueden llegar a debilitar las paredes del intestino, sumarse a la corriente sanguínea e infiltrarse a otros tejidos. Este hongo por lo general benéfico se puede transformar en uno de tipo patógeno, agresivo y destructivo que puede causar una gran variedad de problemas en la salud.

El diagnóstico de la Cándida se suele limitar a sus manifestaciones más visibles, por lo general a las infecciones vaginales u orales.

El tratamiento suele quedar restringido y localizado a esas áreas y no se suele erradicar en su origen – los intestinos – que en realidad es de donde procede la causa principal de la infección, esto hace que los síntomas vuelvan a aparecer intermitentemente a lo largo de la vida.

Por otra parte, la mayoría de enfermos de esta dolencia no están diagnosticados. Este grupo se caracteriza por presentar unos síntomas muy variados y confusos, sin embargo las analíticas y pruebas de laboratorio suelen ser normales. Estas personas siempre se sienten por debajo de sus posibilidades. Debido a esta falta de diagnóstico y tratamiento la candidiasis puede sufrirse toda la vida y convertirse en algo crónico. Desgraciadamente, muchos de estos pacientes son evaluados como hipocondríacos, depresivos, etc., y tratados con ansioliticos o antidepresivos, lo cual contribuye a echar leña al fuego sin resolver la causa principal.

El principal problema es que los análisis en el laboratorio no garantizan el diagnóstico fiable de una candidiasis intestinal, pues la mayoría de las células de las cándidas se adhieren a la pared de la mucosa intestinal, por lo cual es difícil que aparezcan en los análisis de heces. No se debe descartar la enfermedad sólo por el hecho de que las pruebas salgan negativas, el diagnóstico se debería basar en una evaluación de los síntomas y preferencias dietéticas del paciente.

Los factores que pueden deprimir el sistema inmunitario y desequilibrar la flora intestinal causando una proliferación excesiva de estos hongos son:

1 – Comer un exceso de dulces o harinas refinadas que son el alimento principal de la cándida.
2 – El abuso de antibióticos que destruyen la flora intestinal bacteriana encargada de controlar las cándidas.
3 – Intoxicación por mercurio debido a empastes de amalgama, al mercurio contenido en las vacunas o a una excesiva ingesta de pescado. Si el enfermo tiene muchas amalgamas será difícil erradicar los hongos mientras no se extraigan las amalgamas.
4 – La cortisona porque deprime el sistema inmunitario.
5 – Las hormonas que se usan para el engorde del ganado y que acaban en el estómago del público.
6 – El cloro y el flúor del agua del grifo. El cloro porque mata la flora intestinal y el flúor porque debilita el sistema inmunitario.
7 – Vivir en permanente estrés.
8 – Abuso de alcohol o drogas.
9 – Transfusiones de sangre múltiples, transplantes de órganos o quimioterapia.

SINTOMAS Y ENFERMEDADES ASOCIADAS

Los síntomas más habituales en enfermos con cándida son: Ardor estomacal, Deseo de comer dulces y productos elaborados con harinas refinadas, Depresión, Ansiedad, Sentimientos de rabia y agresividad, Dolor en las articulaciones, Picores vaginales y anales, Insomnio, Alergias, Problemas en los ojos y oídos, Fatiga, Dolores de cabeza, Mucosidad excesiva, Infecciones de hongos en la piel, Diarreas o estreñimiento.

Los problemas graves para el enfermo llegan cuando las cándidas empiezan a digerir la pared intestinal, produciendo lo que se llama «intestino permeable», llegado ese momento la mucosa intestinal es traspasada por moléculas alimenticias que, al encontrarse fuera de su lugar y sin haber sido absorbidas de forma correcta, producen la mayoría de las enfermedades autoinmunes relacionadas con las cándidas. El sistema inmunitario se vuelve loco atacando moléculas normales que cree peligrosas y produce reacciones no habituales. Estas son algunas de las infinitas dolencias que pueden llegar a provocar las cándidas y la permeabilidad del intestino:

Artritis reumatoide, Lupus, Asma, Psoriasis y demás problemas de la piel, Sinusitis, Enfermedad de Crohn, Intestino irritable, Esclerosis múltiple, Enfermedades del espectro autista, Fibromialgia, Fatiga crónica, Enfermedad celiaca y toda clase de alergias e intolerancias alimentarias.

Para un correcto enfoque de estas enfermedades hay que comprender que ellas no son la causa del problema, sino meramente los efectos de las causas primeras (cándidas e intestino permeable) y que, mientras las raíces del problema no sean saneadas, difícilmente se podrán curar estas enfermedades que son y serán el azote de la humanidad en el siglo XXl.

TRATAMIENTO

Primero hay que prepararse mentalmente para mantenerse firme en la batalla contra las cándidas, pues es probable que dure más de medio año. La eliminación apresurada de grandes cantidades de hongos produciría una especie de intoxicación en el cuerpo que se vería desbordado por tanto trabajo de eliminación.

No es conveniente darle a los hongos sus alimentos preferidos, hay que intentar debilitar las cándidas antes de tratar de eliminarlas, para ello hay que llevar una dieta muy estricta durante un par de semanas. Se debe de comer sólo los alimentos incluidos en la lista siguiente sin ninguna excepción:

a) Para beber y para cocinar se usará exclusivamente agua destilada o de osmosis. Hay que beber al menos dos litros diarios, pues el cuerpo necesita agua en abundancia que le ayude a eliminar la sobrecarga de toxinas a la que tendrá que hacer frente.
b) Sólo se tomarán cereales integrales y sin gluten: arroz, trigo sarraceno, maíz, mijo, etc.
c) Toda clase de vegetales y legumbres.
d) Obligatoriamente hay que tomar ajos crudos en todas las comidas, cuantos más mejor.
e) Los frutos secos crudos: almendras, piñones, sésamo, semillas de calabaza y de girasol.
f) Seleccionar las variedades de frutas poco dulces y comerlas moderadamente: fresas, cerezas, nísperos, piña madura, manzanas ácidas, etc.
g) Fuera de las comidas se tomará el zumo de dos limones diarios.
h) Leches vegetales de chufa, arroz y avena.
i) El aceite de oliva virgen extra puesto en crudo en los platos. También se tomarán tres cucharadas al día de aceite de lino prensado en frío, se pueden añadir a cualquier plato cuando ya se va a comer, no se debe calentar.

Mientras dure el tratamiento quedan expresamente prohibidos los alimentos siguientes:

-Todos los alimentos que contengan azúcares o con sabor dulce: azúcar, sacarina, miel, siropes, refrescos, productos de bollería y pastelería, postres, helados etc.

-Fruta muy dulce.

-Todos los productos lácteos con todos sus derivados, incluido el yogur.

-Bebidas alcohólicas o fermentadas.

-El pan, todos los derivados del trigo y de cualquier cereal que contenga gluten.

-Champiñones, calabaza, patatas y boniatos.

Al empezar esta dieta es normal que el enfermo se encuentre peor. Esto es debido a dos motivos: el primero es que las cándidas protestan porque pasan hambre, y el segundo es debido a que el cuerpo está eliminando una cantidad de toxinas poco habitual.

Después de un par de semanas, además de continuar con la dieta anterior se iniciará el tratamiento que debe de eliminar las cándidas de una manera lenta y progresiva. No se debe de tener prisa en aumentar la ingestión de los productos, es conveniente ceñirse a lo que se recomienda a continuación para no sobrecargar al organismo en el trabajo de eliminación.

Para eliminar la proliferación descontrolada de cándida y devolver la situación a sus cauces normales se tomarán los cuatro productos siguientes de la manera explicada al final de este capítulo:

1 – PAU D’ ARCO (tabebuia impetiginosa).
Este es un árbol nativo de América del Sur y del Caribe. Su corteza ha sido empleada para tratar numerosos males, contiene unos compuestos llamados naftaquinonas que son sumamente efectivas combatiendo los hongos. Su efectividad supera a la de algunos de los más recetados medicamentos contra los hongos. Se cree que gran parte de su efectividad se debe a que incrementa el abastecimiento de oxígeno a las células.

2 – OREGANO SILVESTRE
El orégano silvestre (Origanum vulgare) es la variedad de orégano más eficaz contra las cándidas. Los principios activos Carvacrol y Timol parecen ser los responsables de sus amplios beneficios en estos casos.
Se pueden tomar un par de cucharaditas al día espolvoreado en crudo sobre las comidas, o se puede usar un aceite de orégano adecuado para uso interno.

3 – EXTRACTO DE SEMILLA DE POMELO
En 1972, el Físico Dr. Jacob Harish, haciendo pruebas en el compost del jardín de su casa, descubrió por casualidad que las semillas de pomelo no se pudrían como el resto de desperdicios. Investigando el asunto llego a la conclusión de que los componentes de esta semilla aportaban unas excelentes propiedades germicidas.

DESCRIPCION DEL PROCESO

Para evitar que las cándidas se acostumbren a un producto y se hagan resistentes a él se variarán siguiendo el método explicado a continuación:

-Las primeras dos semanas se hará a rajatabla la dieta dicha anteriormente y no se tomará ningún producto con el fin de debilitar a las cándidas. Durante las siguientes semanas y hasta el final del tratamiento se seguirá la misma dieta pero añadiendo uno de los cuatro productos.

-Las semanas tercera y cuarta se tomará PAU D’ ARCO acogiéndose a la dosis mínima que figura en el envase. No conviene forzar la eliminación para que el cuerpo no se sobrecargue de toxinas.

-Las semanas quinta y sexta se tomarán las dos cucharaditas al día de OREGANO SILVESTRE, o el aceite de orégano apto para tomar. En este último caso se mantendrá la política de ingerir la dosis mínima que figure en el envase.

-Y las semanas séptima y octava se tomará extracto de SEMILLA DE POMELO a la dosis mínima recomendada.

Después de este proceso lo más probable es que se haya mejorado pero todavía queden síntomas, si es el caso se repetirá todo nuevamente hasta encontrarse bien

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Candidiasis y fibromialgia


candidiasisCreo que muchas enfermedades tienen su comienzo en esta enfermedad llamada Cándidiasis, es necesario entender bien que es y cuales son sus síntomas para poder poner los medios necesarios y una dieta adecuada que la controle.

La candidiasis es una infección causada por una levadura de la familia de las Cándidas.. Sin embargo, la más común en nuestro organismo es la Cándida Albicans.

Las levaduras están presentes en todos nosotros poco después de nacer y viven en armonía con nosotros. Se encuentran en la piel, aparato digestivo y genitourinario. Su función es absorber cierta cantidad de metales pesados para que no entren en la sangre, nos ayudan a degradar restos de carbohidratos mal digeridos, y junto con las bacterias mantienen nuestro equilibrio intestinal y el ph.

La flora intestinal y vaginal junto con el sistema inmunitario nos ayuda a mantener estas levaduras bajo control.

Sin embargo, existen una serie de factores que pueden deprimirnos el sistema inmunitario y desequilibrar la flora intestinal, causando el crecimiento excesivo de estas levaduras y, por consiguiente, la enfermedad.

Estos factores son:

Exceso de azúcar o carbohidratos refinados:

Consumo habitual de agua del grifo: El cloro destruye la flora intestinal, y el flúor deprime el sistema inmunitario.

Uso de antibióticos, cortisona y hormonas sexuales sintéticas:

Los antibióticos destruyen la flora intestinal bacteriana, pero no las cándidas. Esto hace que puedan crecer sin ningún microorganismo que las controle. Por otro lado, la cortisona deprime el sistema inmunitario, y las hormonas sintéticas, entre otros daños, destruyen ciertos nutrientes (como la vitamina B6) vitales para la salud del sistema inmunitario.

Embarazo:

Durante este etapa los niveles de progesterona aumentan, induciendo a las glándulas endometriales a producir glucógeno, lo cual favorece el crecimiento de las Cándidas vaginales. Por otro lado, unos niveles altos de progesterona pueden provocar resistencia a la insulina, causando un exceso de glucosa en la sangre y favoreciendo el crecimiento de las cándidas.

Estrés continuo:

Un exceso de cortisol deprime el sistema inmunitario, aumenta los niveles de glucosa y destruye la flora bacteriana intestinal.

Disminución de las secreciones digestivas:

La falta de ácido clorhídrico y de enzimas digestivas impide la correcta digestión de los alimentos, produciendo fermentación y putrefacción intestinal. Esto genera sustancias irritantes para la mucosa intestinal, favoreciendo el desequilibrio de la flora intestinal y el crecimiento de las cándidas.

Falta de nutrientes:

Necesitamos una gran cantidad de nutrientes necesarios para mantener el sistema inmunitario sano, regular las hormonas, mantener una producción sana de secreciones digestivas y regular la glucosa, factores todos de vital importancia para el control de las cándidas. Cuando sufrimos desnutrición, las cándidas tienen más oportunidad de crecer.

Síntomas

Los síntomas más comunes en pacientes con candidiasis crónica son:

Fatiga
Malestar general
Dolores de cabeza
Distensión abdominal
Diarreas y/o estreñimiento
Indigestión
Ardor estomacal
Deseo de comer carbohidratos (dulces, pasta, pan, etc)
Depresión
Mareo
Sensación de resaca por las mañanas
Dolor de articulaciones y músculos
Molestias vaginales (picores, irritación, heridas etc)
Retención de líquidos
Insomnio
Infecciones crónicas
Alergias
Picor anal
Afonía
Congestión nasal
Ahogo
Problemas de uñas
Molestias oculares y de oídos

Las enfermedades y desequilibrios relacionados con una candidiasis crónica son:

Enfermedad de Crohn
Colitis
Síndrome del Intestino Irritable
Artritis reumatoide
Lupus
Asma
Psoriasis y eccema
Sinusitis
Esclerosis múltiple
Fibromialgia
Síndrome de la fatiga crónica
Hipotiroidismo
Hipoglucemia
Depresión y estados de ansiedad
Anemia

Así pues, el tema de la candidiasis no se limita a una sintomatología localizada.

Con este artículo solo pretendo haceros llegar información sobre una enfermedad que muchas veces acompaña a la fibromialgia.

Tenéis que poneros en manos de un buen especialista, nunca seguir un tratamiento por vuestra cuenta. Esta enfermedad es muy seria y si padeces cándidas y no las tratas no podrás mejorar los síntomas de la fibromialgia.

http://www.manualdefibromialgia.com/